2ª Generación
Desde 1927 hasta 1969
A la muerte de Rafael Montés Terol se llevó a cabo una nueva reestructuración del negocio. Concha, la mayor de los hermanos, no quería “ni deudas ni chatarra” y se apartó del negocio, pues por lo visto la situación del mismo, entonces, no era nada boyante. Carmen, la menor de las hermanas, se quedó en casa donde habían tenido la central en Onteniente y al cuidado de su madre, Concepción Soler Gramaje, la esposa de Rafael Montés Terol, adquiriendo así el negocio Rafael, Juan Bautista (Batiste), José María y María, los otros cuatro hijos de Rafael Montés.  Jose no entró en el mismo porque había fallecido. En 1930 José Navarro Parra, conductor asalariado de la empresa, se casó con María.
Por junio de 1944 se produjo un nuevo tropiezo en la familia. Murió Juan Bautista con sólo 42 años, dejando viuda a su mujer con tres hijos (Juan, María y Rafael). Juan, el hijo mayor, al alcanzar la edad de trabajar se incorporó a la empresa, al principio “como chico de los recados” y, mas tarde, como conductor mecánico. Cuando los hijos de Juan Bautista crecieron, se hicieron cargo de la parte que le correspondía a su padre de la empresa.

Pasan los años y Rafael se disgustó con sus hermanos y por varios motivos se separó del negocio. Al separarse se quedó con dos autobuses de los que tenían y con la línea de Onteniente – Alcoy. En aquel momento la empresa estaría a cargo de José María, María y los hijos de Juan Bautista. Pero los problemas continuaron y, a principios de 1969, los hijos de Juan Bautista plantearon a la familia que les compraran su tercera parte del negocio o ellos compraban las dos terceras partes de José María y María

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Finalmente, llegaron a un acuerdo: Jose María y José Navarro, marido de María, adquirieron el tercio de los hijos de Batiste, quedando, a partir del 1 de agosto de 1969, como propietarios solo las dos familias. José Navarro, siendo hasta entonces conductor de la empresa, pasó a formar parte de la sociedad.

La central de Onteniente se trasladó a Villena y, como no disponían de cocheras en propiedad, empezaron a guardar los coches en locales alquilados como “La posada del Sol” que estaba ubicada en la Calle Luciano López Ferrer y después, en “La posada Macaria” en la Avenida Constitución, hasta que la familia compró una casa en la actual calle Maestro Chanzá. Allí se construyeron viviendas para las familias, oficinas y un local con un pozo propio para el mantenimiento de los coches.

La empresa continuó con las líneas que tenía y, a finales de los años 20 y
primeros de los 30, también se explotaron las concesiones::

Villena – Onteniente – Valencia. .

Y, posteriormente, en sociedad con autobuses MOLLA de Elche explotaron el servicio:

Elche – Villena – Onteniente – Valencia (y viceversa) abandonándose años después.

Con el paso de los años La ONTENIENSE fue consiguiendo nuevas
concesiones como:

Villena – Yecla, Villena – Biar, Villena – Benejama prolongándola hasta Bañeres en los años 50.

Cada línea hacía un recorrido distinto, eran servicios
diarios y las tarifas dependían de los kilómetros que se recorrían.

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